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Zibaldone (Valencia, 1.17)

in Zibaldone. Estudios Italianos, n° 9 – Universidad de Valencia, enero 2017
Veintidós poetas para un nuevo milenio antología de Juan Pérez Andrés
Traducción de Berta Gonzalez Saavedra

Maria Grazia Calandrone es poetisa, artista visual, performer, autora y presentadora en Radio 3 de la RAI. Escribe para “il manifesto”, “la 27 ora” y “Poesia” y ha colaborado con raiLetteratura y Cultbook. Desarrolla laboratorios en escuelas, cárceles y centros de salud mental.
Ha publicado los siguiente títulos: La scimmia randagia (Crocetti, 2003 – premio Pasolini Opera Prima), Come per mezzo di una briglia ardente (Atelier, 2005), La macchina responsabile (Crocetti, 2007), Sulla bocca di tutti (Crocetti, 2010 – premio Napoli), Atto di vita nascente (LietoColle, 2010), L’infinito mélo, pseudoromanzo con Vivavox, cd de sus lecturas de sus propios textos (Sossella, 2011), La vita chiara (Transeuropa, 2011), Serie fossile (Crocetti, 2015 – premios Marazza y Tassoni, rosa Viareggio), Per voce sola (ChiPiùNeArt, 2016) colección de monólogos teatrales, dibujos y fotografías, con un cd adjunto de Sonia Bergamasco con EstTrio y Gli Scomparsi – storie da “Chi l’ha visto?” (Gialla Oro pordenonelegge, 2016); también aparece en Nuovi poeti italiani 6 (Einaudi, 2012). Recopilaciones de sus textos han aparecido en antologías y revistas de numerosos países. Ha llevado a escena en Europa el vídeo-concierto Senza bagaglio. www.mariagraziacalandrone.it

“La poesía es capaz de entrar en contacto inmediato y profundo con los otros. Es, de hecho, lo único que me interesa. La poesía es transversal, abre todas las puertas y salta cualquier formato. Es lo único que me interesa: estar en el mundo individuando la semejanza de los unos con los otros, de los otros conmigo, la mía con los otros. La poesía es colectiva, es salida de la soledad de quien marca a fuego los límites del propio yo. Marcar los límites del yo nos transforma en personas solas, enrocadas, suspicaces, enfadadas. La música emotiva y contagiosa de la poesía, la palabra que habla de todos, puede y debe ser usada en la realidad: en las escuelas, en los centros de salud mental, con los migrantes, para recordarnos que todos somos parte de un mismo sonido.” (Maria Grazia Calandrone)
 
De La vita chiara (Transeuropa, 2011)
de CINQUE MADRI

vinisteis a nosotros como hermanos nuestros, […]
y en los días más duros de nuestra guerra
Dolores Ibárruri

III. Guernica, detritos
 
El sistema linfático de los muertos sobre las rosas
las llamas todavía retorcidas
en la correa de los nervios y volátiles hélices
de mechones: los descansos homéricos de la materia
semiviva. Los sepultados
sobre la tierra, si tienen
piedad de nosotros, parecerán caídos
en un sueño sin juicio
como una enorme comida
de carne humana, parecerá que mezclan con una perdida
resignación – carne
– miradas
con el fango humeante de Guernica
esbozando una sonrisa de leche cocida en el polvo, como si dijéramos de tregua.
 
Queda en las fábricas
de guerra nuestra parte en la
catástrofe, un mundo
ya no habitual
que exhala sus muertos
para nuestra mortificación.
 
Somos fango que duerme, un documento en blanco, todo el silencio introducido en la armadura          
                                                                                                               [interna del tórax, objetos
sin
frontera con la tierra: aquí se ha perdido la frontera
entre cuerpo y tierra.
 
Yo no – no estaba en paz
con el cuerpo de tierra alzado en alto
en el bautizo y de golpe caído aunque fuese
una cosa que en el centro tenía corazón y sangre desde ese corazón circulaba
aún por la periferia del cuerpo
de su madre: toda ella
es un embalse de sangre que se derrama
de la boca del hijo. ¡Hijo!, tu nombre
era el orgullo de mi boca, asomaba él solo
entre el blanco
de los incisivos, rodaba por la tarde entre los patios,
como perlas que se han ido en la paz del alba, sus vocales
porque desde la primera respiración matinal
nacía en mí una sonrisa
desde el pecho al pronunciarte.
La boca abierta de su madre
semejaba
el silencio de un astro.
Esto es lo que habéis hecho vosotros
 
mayo 2007
 
De Serie fossile (Crocetti, 2015)
carta imaginaria

donde yo era carne, ella era marfil
Pier Paolo Pasolini

alba
de tierna
carne, comprimida
en el exoesqueleto de la ley
 
en el trágico
mes de noviembre
lloraba todo
 
sujétame fuerte, fuera
del límite humano
sujétame como una madre
que abraza en el sueño
 
22 de diciembre de 2013
 
jardín de la alegría originaria
 
tu carne que nace como una llama en la llama verde del campo
yo no creo en mis ojos
 
veo el bronce dorado
del cuerpo que se acerca
yo no creo en mis ojos
 
extraes oro volátil
de tu pecho capaz de provocar amor y me dices entre besos es un milagro
yo no creo en mis ojos
 
toda la hierba y todo el perfume del campo son estupor
este pan dejado en la hierba es estupor y lo es la botella que espuma sobre las flores
 
no te secas la boca
tu belleza no tiene obstáculo
 
en mi sangre hay espacio sin dominio y desde el centro de toda la vida me brota un abrazo grande  
                                                                                                                                  [como el mundo
ya te lo había dicho
en la ciudad, ¿recuerdas? mira, el mundo es grandísimo, es tu amor que se ha hecho hueco
 
medio desnuda, la toalla en el hombro
caminas
con la carne renacida por mis besos
 
con pies de niña
subes las escaleras
subes a escuchar dónde empieza el alma de una criatura viva
 
en el lugar crucial
hay un gran silencio
y un zumbido de mosquitos
el oro de tus labios
la blanca oscilación de tu sangre
 
del cuerpo amado aflora
una claridad que desborda,
todo el cuerpo se vuelve sonido de mar
cómo late tu corazón
y en mi sangre brilla la misma luz
 
de vez en cuando nos reímos de mi pena
que no existan p
alabras más grandes
si pudiera abriría mi pecho, ¿te acuerdas?
invento yo las palabras
invento todo el mundo
para hacerte feliz
 
después, te he dejado marchar como querías
 
no te vayas, decía, echo de menos
lo que soy contigo, esa cosa
capaz, este
espacio aislado que se convierte en tu bien
 
no solo el músculo sufría, toda la zona
alrededor dolía
y el silencio rascaba como una lima y completaba la obra espontánea del dolor
 
¿qué eco, qué luna, qué terrón, qué cráter, cuál
de las altas estrellas de la noche que iluminaron tu boca aún
feliz por el amor, qué piadoso planeta
se ha movido por compasión? ¿qué ha tenido bondad?
 
tu cuerpo ancestral ha dejado su cuerpo astral
 
alba que oscilas sobre las cosas mortales cuando se despiertan
como si no debieran morir
 
esto es lo que sé del amor: las heridas que necesitan años para volverse
carne que quiere volver a ser bendecida por los besos, no la dejes nunca sola
 
Julio 2014
 
De Gli Scomparsi (Pordenonelegge, 2016)
Depuesto el nombre
 
Decía siempre
decidle que la amo
y decidle que he recorrido mucho camino
para amarla.

Decidle que si salían
ángeles y diablos de su boca,
yo veía solo su boca.

Decidle que me habita
para siempre.
Decídselo, os lo ruego. Decía siempre.
 
30 de abril de 2016
 
No tendrás más que la vida
 
Los zapatos no fueron encontrados.
Pero la luz latía coital en el cuerpo de la chica
cristalizado en el testimonio.
Entre los ojos y el vientre
restos de lavadero – un recorrido hacia atrás para establecer las coartadas.
 
El portón estaba cerrado con muchas vueltas de llave.
Ardía como una hostia en la materia
lacrimal de la tarde – con la cabeza enredada entre arbustos
y la obstinada repetición de los giros. Por causas desconocidas
no pudo cumplir su años
cualquier función que tuvieran singularmente pero sí un inmóvil
adiós a la belleza del mundo
calentaba la fibra que resiste
grito de alegría del cuerpo sin dolor.
 
(inédito)
 
la persona que amo era educada
y yo la amé enseguida
porque era la persona más educada
que había conocido
 
la persona que amo la amé enseguida con una emanación ininterrumpida
de gozoso amor
porque era dulce y humana
y se preocupaba por el bien
de todos
 
la persona de hoy
habla para herir
a quien la ama, habla
para enseñarse y no se excusa
y no explica
 
yo, que no creo en la evidencia del mal,
busco la culpa
 
me dicen que esta
es la culpa: no te marches,
no seas precaria
 
dicen que el verdugo es quien ama
 
dicen que la ofensa es obtener
eso que por derecho natural
esperamos al nacer: ser amados
sin condiciones
 
dicen
que la herida
no es la mía, ser abandonada,
que la vergüenza más profunda es
ser
por fin
sin excusas y condiciones
 
por fin amados.
 
19 de mayo de 2015

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